EL CONTENEDOR AZUL
El reciclaje de papel y cartón conlleva considerables beneficios ambientales en cuanto a ahorro de materias primas, energía, agua y reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. La fabricación de cada tonelada de papel nuevo supone talar 20 árboles. Así que lo mejor es convertir el papel usado en papel reciclado.
– El papel es un material que utilizamos permanentemente en nuestros hogares, colegios, lugares de trabajo, etc. Por sus características y su proceso de fabricación el papel puede ser fácilmente reciclado y tener una nueva vida.
– El contenedor azul es aquel en el que se puede depositar los siguientes residuos:
Periódicos, revistas, folios, cajas de cartón, sobres, libretas, bolsas de papel, papel de embalar o de regalo, correo publicitario, cajas de zapatos, de galletas, y de cereales.
– Es aconsejable almacenar estos deshechos sin grapas, y sin espirales ni cintas adhesivas, para facilitar el proceso de recuperación y reciclado.
– Llamamos impropios a los residuos que son depositados incorrectamente en un contenedor. Suelen ser errores cometidos bien por desconocimiento o por equivocación. Uno de los principales tiene que ver con el brick de leche o de zum. Pensamos que es cartón y por tanto lo depositamos en el contenedor azul. El brick siempre va al contenedor amarillo ya que está compuesto por cartón, plástico y aluminio.
– Otros de los residuos que se suelen tirar erróneamente en el contenedor azul son:
Colillas, cartones plastificados, servilletas, papel y cartón sucio y manchado de grasa, sobres con ventanillas de plástico, papel encerado o parafinado, y papel celofán.
– Un residuo que es tirado en un contenedor que no le corresponde supone echar a perder el esfuerzo de muchos. Por favor, ¡sé cuidadoso a la hora de seleccionar los residuos!